Tiene gracia que
ahora estén tan de moda los alimentos probióticos, que son los buenos para la flora
intestinal y, que no son otra cosa, que alimentos fermentados como quesos,
yogures, vinos, los encurtidos…los que ya sabíamos que eran sanos, muy nuestros y tan de siempre.
En el reto de este mes de typicalspanish, en el que nos habían
propuesto la miel bajo el hastag #conlamielenloslabios hemos querido recuperar
una receta propia de los países mediterráneos y concretamente de España, en la que fue introducida por los romanos quienes la hacían y por supuesto consumían. Tuvo su auge durante la Edad Media y después quedó relegada a algunas familias que siguieron haciéndolas para consumo propio, sobre todo en el sur. De hecho, la primera bodega que la elabora es de Sevilla.
Se trata de HIDROMIEL con elaboración
casera, como se ha hecho siempre. Con la
producción masiva de la fermentación de la uva para dar lugar a los vinos y
caldos quedó relegada casi a mito o a pócima de cuento. Después llegó a los
países nórdicos como elixir o una bebida de dioses. Y
en este tiempo también ha formado parte de la mitología vikinga en la que los esposos
la tomaban en la primera luna de su boda para tener hijos varones.
En España, ahora
vuelve a tomar el lugar que le corresponde por derecho propio y unido a nuestra
tierra. Se sirve hoy en la mayoría de restaurantes de cierta categoría, así
como tabernas han recuperado para ofrecérselo a los clientes. Ahora se trata de
un superalimento: hidromiel.
No sabía si
conseguiríamos algún resultado pues llevaba su complicación a priori, además
del poco tiempo de que disponíamos para las tres semanas que se necesitan de
fermentación. Íbamos un poco cautelosos y casi a ciegas.
Ahora que hemos
terminado un poco antes, pues la cantidad que hemos hecho también ha sido poca,
sí que nos ha salido. Y estamos muy
contentos aunque el color nos ha quedado más claro, como al hidromiel que
probamos en el restaurante de Rodrigo de la Calle.
Vamos a ella.
HIDROMIEL DE ELABORACIÓN CASERA
Los Secretos
1,5 litros de
agua
500 gramos de
miel
1 gramo de levadura
orgánica o levadura de cerveza (es la que usamos nosotros.
Para la alquimia del éxito ;)
1 botella de
plástico de 1,5 l
1 garrafa de plástico
de 1,5 l
Un tubo de goma
de 1 metro y medio
La Pócima
Básicamente el proceso
de la fabricación casera de hidromiel es bastante simple, se trata de crear un
mosto mezclando agua con miel, al que posteriormente añadiremos levadura, para
que el mosto fermente y el azúcar que contiene se convierta progresivamente en
alcohol.
1.
Vertemos
el agua en un recipiente y calentamos a fuego lento.
2. Añadimos la miel removiendo la
mezcla hasta que quede homogénea y como una especie de jarabe. Calentamos este
mosto o jarabe de miel hasta punto de ebullición y retiramos del fuego.
3. Quitamos la espuma que se ha
formado con una espumadera.
4. Tapamos y esperamos a que se
enfríe a temperatura ambiente hasta los 20-30º).
5. Después echar la levadura sobre el mosto
6. Echamos nuestro mosto en el
recipiente de fermentación y añadimos la levadura a la mezcla.
7.
Ahora
toca la parte de la Fermentación y cómo hacer nuestro pequeño laboratorio
8. En los tapones de las botellas
hacemos un agujero a modo que permita salir el CO2 que se genera durante el
proceso de fermentación que transformara el azúcar de la miel en alcohol, de
esta forma la misión de esta válvula será liberar los gases de fermentación,
pero también ha de asegurarnos que la mezcla no reciba aire exterior, ya que el
oxígeno oxidaría la mezcla y la avinagraría.
9. Los agujeros han de ser lo suficientemente
grandes para pasar el tubo de goma a través de ellos, pero a la vez lo más
ajustados posible para que la holgura sea mínima (no estaría de más, sellar con
cola, masilla o otro producto para evitar que entre aire por esas holguras).
10.
Una
vez pasado el tubo por el tapón del recipiente de mezclas, lo enroscaremos al
recipiente, mientras que el otro extremo del tubo, ha de pasar por el otro tapón
agujereado, dejando que el tubo se introduzca en recipiente, que llenaremos de
agua limpia hasta su mitad, una vez roscado el tapón que cierre el decantador,
este se verá como una botella llena de agua hasta su mitad, en la que hemos
introducido el tubo que estará sumergido en este agua.
El proceso de
fermentación durará unas 3 semanas. Cuando observemos que el proceso ha parado y
ya no se produce gas podremos dar la fermentación por terminada y pasar al último
paso del proceso.
La Clarificación
Llegados a este
punto la levadura habrá dejado de estar activa casi en su totalidad y los
restos de la misma se habrán depositado en el fondo del recipiente con el
hidromiel. La clarificación natural consiste pues en cambiar la bebida a un
contenedor definitivo, lo que llamaríamos “trasvase”, un proceso que hemos de
efectuar con cuidado de no remover los posos del fondo del recipiente de fermentación.
Básicamente lo
que obtenemos de todo este proceso, es un "vino" ligeramente
gasificado, muy similar a la sidra, aunque el contenido de alcohol dependerá
mucho de la calidad de la miel empleada y de lo buena que sea la levadura
seleccionada para el proceso. Para escoger el envase definitivo donde conservar
el hidromiel debemos tener en cuenta que deberá soportar la presión que la
bebida pueda generar si la levadura no está aún inactiva del todo.
En lo que respecta
a la conservación, se le dará el mismo tratamiento y cuidados que a un vino.
Probadla y os
encantará. La primera vez seguro que vais como nosotros, un poco a ciegas, sin
saber muy bien si lo hacéis bien o no, ya que lo más lioso es el proceso de
fermentación, es decir, el tema de las botellas. Pero después, podréis añadirle
las especias, frutas, plantas… que más os gusten para darle otros sabores, como
pasa con el vermut. Nosotros le hemos puesto un palo de canela, dos estrellas de anís, un poco de romero seco y dos clavos.
Abrid
el link si queréis ir de flor en flor y ver qué han hecho mis compañeros de #conlamielenloslabiosTS
con la miel, el auténtico manjar de dioses, pese que a mi no me guste.
By K-lerit & Kobb