En la puerta de los
monasterios se distribuía sopa y pan a los necesitados sobre todo durante los
inviernos especialmente largos y crudos. El pan, que acompañaba a esa sopa de
los pobres (o sopa boba), se enriquecía a veces con nueces y avellanas. Se le
llamaba “pan dulce” o “pan de mayo” porque anunciaba mucho antes que las
golondrinas, la proximidad de la primavera, con su promesa de días mejores y de
comidas más abundantes.
Y este pan junto a una sopa,
nos servirán como almuerzo de mediodía, para la tarde una infusión y la noche
una ensalada reconstituyente. Todos conforman el Menú Monacal de Amén para el
reto de octubre de Typical Spanish.
Este mes he tenido la
gran fortuna de ser la anfitriona y elegir el tema, que no fue nada fácil, yo
quería hacer algo con la remolacha y al final he hecho trabajar y buscar,
pensar… a todos mis compis. Lo siento, pero seguro que los habéis pasado muy
bien, jajajajaja.
MENÚ MONACAL DE AMÉN
Almuerzo
-
Pan dulce
-
Rábano con
ajetes en sopa
Merienda
-
Tisana
carminativa de hinojo, alcaravea, anís y comino
Cena
-
Espinacas al
limón.
ALMUERZO
Pan Dulce
Los secretos (6 personas)
15 gr de levadura de
panadería de sobre o levadura fresca
100 ml de agua tibia
100 gr de harina
semiintegral, nosotros le hemos puesto integral total porque la semiintegral no
la hemos encontrado.
100 ml de leche tibia
90 gr de avellanas
trituradas. Nosotros le hemos puesto almendras.
120 gr de azúcar moreno
80 gr de nueces
2 cucharadas de sal.
Nosotros le hemos puesto una porque las almendras no eran crudas sino fritas y
ya llevaban sal.
1 cucharada de aceite.
La Pócima
Desmenuzar la levadura y
diluirla en el agua tibia.
Verter la harina en una
ensaladera y añadir la levadura diluida, la leche, las almendras trituradas, el
azúcar moreno, las nueces y la sal.
Trabajar la masa durante
10 minutos. Formar una bola con ella y ponerla en una ensaladera. Tapar con un
paño y dejarla reposar al menos dos horas para que doble el volumen en un lugar
cálido y alejada de corrientes de aire.
Sacarla trabajar de nuevo
la masa un rato y después darle forma deseada.
Pintar la superficie con
aceite y dejarla reposar de nuevo una hora.
Precalentar el horno a
240 grados e introducir el pan o panes en el horno durante 45 minutos y cuando
falten 10 minutos se baja a 210 grados.
Y ya tenemos el pan. Nosotros hemos hecho tres
panes para darle la mitad a cada persona que venga a pedirlo.
Rábano con ajetes en sopi-crema
Los secretos (6 personas)
1 manojo de rábanos
Un manojo de ajetes
silvestres o una bolsa de ajetes congelados, porque son difíciles de encontrar.
Granos de pimienta negra
1 ajo
1 litro de caldo de
verduras (comprado o hecho en el fogón del hogar) Nosotros lo hemos comprado ya
hecho.
Sal
AOVE
La pócima
Los monjes comen
normalmente aquello que cultivan pero no desdeñan las plantas silvestres como
el ajete silvestre, ajo oso…
Pelar el ajo y ponerlo a
dorar en la cazuela con un chorro de aceite.
Una vez dorado echar los
ajetes que deben estar ya descongelados y dorarlos un poco.
Después añadir el caldo
de verduras, los granos de pimienta (si te gusta que pique echa bastantes y si
no un poco menos) y los rábanos reservando unos pocos para decorar.
Cocer a fuego medio hasta que empiece a
hervir.
Una vez que hierva
dejarlo cocer durante 12 minutos.
Pasar la sopa por la
batidora hasta conseguir la textura deseada.
Añadir un chorrito de
AOVE y rabanitos cortados en láminas finas para decorar.
TARDE
El herbario del Monasterio
Las plantas aromáticas
figuran en la lista consignada bajo el reinado de Carlomagno en el capitular De
Villis, donde se precisaban las plantas que debían cultivarse en los
monasterios y jardines del emperador. Todas esas plantas, son a la vez,
alimento y remedio.
Durante mucho tiempo, los
mojes y las monjas fueron boticarios y médicos, y supieron retomar y desarrollar
el saber heredado de la Antigüedad.
El proceso de la
recolección es primordial. Todo se hace siguiendo unos rituales precisos. Las
plantas no se arrancan, sino que se cortan con sumo cuidado.
Los monjes utilizan a
menudo las infusiones. En sus ricas herboristerías almacenan una gran cantidad
de plantas secas y en muchos monasterios se siguen practicando curas a base de
tisanas e infusiones a lo largo del año.
Tisana carminativa de hinojo, anís, cilantro y
alcaravea
Los secretos (2 personas)
5 gr de semillas de
hinojo
5 gr de semillas de anís
5 gr de semillas de
cilantro (o cilantro en polvo)
5 gr de semillas de
alcaravea
La Pócima
Mezclar todas las
semillas en un cuenco.
Hervir agua y echarla en
la mezcla sobre la preparación. Tapar y dejar infusionar entre 5 y 7 minutos.
Filtrar.
Esta tisana facilita las
digestiones y se ofrecía por las tardes para calentar el ánimo.
NOCHE
Espinacas al limón
En los monasterios se
prescribían espinacas a los convalecientes para que recuperaran minerales.
Los secretos (4 personas)
200 gr espinacas
1 manzana
1 cucharada de mostaza en
grano
1 cucharada de vinagre de
sidra
1 cucharada de miel
líquida
2 cucharadas de AOVE
1 limón sin tratar
1 cucharadas de uvas
pasas
Sal
Pimienta molida
La Pócima
Lavar y cortar las
espinacas
Secarlas con un paño y
cortar las hojas en tiras
Pelar la manzana,
cortarlas en cuartos.
Quitarles el corazón y
las pepitas
Finalmente cortarlas en
láminas muy finas
Mezclar la mostaza y el
vinagre en un cuenco
Añadir la miel y el
aceite. Mezclar bien
Lavar el limón, secarlo y
rallar la mitad de la piel.
Disponer en una
ensaladera las espinacas y las láminas de manzana.
Añadir las uvas pasas y
la ralladura del limón.
Rociar con la salsa y
mezclar bien.
Servir inmediatamente. Si queréis ver los "caprice de Dieux" que han realizado mis "hermanos" del reto de octubre #elhabitosihacealmonje y haréis "Ave María Purísima"
By Klerit & Kobb
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